Extorsión y chantaje
Ayer pasó algo.
La secuestradora mentirosa quiso que cediéramos a su chantaje y extorsión fascista.
Quedamos en un lugar apartado y ella trajo a Torcuata atada en su maletero -o eso es lo que dice-. Nos exigió -ella, la terrorista- que cediésemos ante su chantaje y que aceptásemos a Torcuata sin condiciones.
Pero nosotros no cedemos a sus chantajes, recuperaremos a Torcuata con los medios necesarios. Porque con terroristas no se dialoga, y aceptar a Torcuata a cambio de nada ya no nos vale. Queremos venganza, que se coma una buena guindilla -por lo menos-.
Ahora ya es tarde, nosotros no perdonamos. En nuestro nombre, no. Queremos cárcel para la mentirosa por secuestrar a la niña de nuestros ojos.